La Contrarrevolución cristera: Dos cosmovisiones en pugna

Una auténtica guerra de religión, jamás antes vista en nuestro conjunto de naciones, se desencadenó desde algunas leyes persecutorias contra la Iglesia y sus leales, en el México de 1926 a 1929. En el enfrentamiento, una una gran parte del laicado católico, usando de los medios pacíficos primero, y violentos después, se levantó en armas contra el gobierno, aun con el pesar de gran parte de la jerarquía eclesiástica que dubitaba sobre el curso de acción a continuar.
Al grito de «¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!» los católicos mexicanos procurarán proteger los derechos de Dios contra un Estado empecinado por la ideología laicista y anticristiana.
Tanto el gobierno como el Vaticano, con la connivencia de los USA, después de comprender que la pelea podía ser amenazante, van a llegar a un convenio o modus vivendi que los combatientes admitirán a regañadientes, sabiéndose receptores de una muerte segura.

Juicios de valor sobre la obra


“Muestra precisamente la que es su proposición, maneja conceptos bien establecidos y arma su alegato muy como resulta lógico… mediante las proyectos tradicionales que emplea realmente bien. Protege con pasión a los cristeros, lo que ayuda en bastante a la singularidad de su trabajo (Jean Meyer, del Dictamen como jurado en la proposición doctoral del Creador)

“Es para mí una auténtica satisfacción anteponer ciertas líneas a este increíble estudio sobre la gesta de los cristeros, entre los capítulos mucho más gloriosos de la Iglesia del siglo XX. (…) En México, hasta recientemente, no se podía ni charlar de este tema. Había que eliminar hasta la memoria de los hechos. Javier Olivera Ravasi tuvo el valor de no acatar esa inicua resolución y, a fuer que lo logró con abierta sabiduría” (Alfredo Sáenz, del Prólogo).

“Un trabajo muy valioso que se encara a la conspiración del silencio contra la enorme contrarrevolución católica latinoamericana” (Enrique Díaz Araujo, Directivo de la proposición doctoral del Creador).