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En una temporada donde las mujeres no tenían voz ni voto y estaban mal vistas fuera de la cocina, Valentina Smirnova volaba en su caza Polikárpov I-16
Peleando contra los falangistas de Franco, fascistas de Mussolini y nazis de Hitler
en el cielo de una España en guerra.
Francotiradoras rusas.
Los nazis perdían la cabeza por aquellas mujeres.
Lyuba Vinogradova
Prólogo
Marie Curie aislando el radio y el polonio en su pequeño laboratorio de la calle Lhomond. Con probetas de material radiactivo en sus bolsillos. Enfrentándose a los clisés sociales de su tiempo. Se dice que procuraron denegarle su segundo premio Nobel, por no llevar una vida sentimental correcta, adecuada a ojos de sus contemporáneos.
Dolores Ibárruri ahora era madre de seis hijos a los veintidós años, en el momento en que decidió que debía realizar algo por el resto y también inició su trayectoria política. Le comunicó a su marido que no tenía intención de tener mucho más hijos, ni de pasar mucho más tiempo cosiendo, fregando o guisando en la cocina. Dedicaría su historia a proteger los derechos de los mucho más desfavorecidos. Solo con este acto de rebeldía, de combate a la sociedad represiva y machista ahora tiene mi admiración. Las hijas o mujeres de gente adinerada que se desviaban del sendero, eran tratadas profesionalmente, internándolas en sanatorios mentales
Peleando contra los falangistas de Franco, fascistas de Mussolini y nazis de Hitler
en el cielo de una España en guerra.
Francotiradoras rusas.
Los nazis perdían la cabeza por aquellas mujeres.
Lyuba Vinogradova
Prólogo
Marie Curie aislando el radio y el polonio en su pequeño laboratorio de la calle Lhomond. Con probetas de material radiactivo en sus bolsillos. Enfrentándose a los clisés sociales de su tiempo. Se dice que procuraron denegarle su segundo premio Nobel, por no llevar una vida sentimental correcta, adecuada a ojos de sus contemporáneos.
Dolores Ibárruri ahora era madre de seis hijos a los veintidós años, en el momento en que decidió que debía realizar algo por el resto y también inició su trayectoria política. Le comunicó a su marido que no tenía intención de tener mucho más hijos, ni de pasar mucho más tiempo cosiendo, fregando o guisando en la cocina. Dedicaría su historia a proteger los derechos de los mucho más desfavorecidos. Solo con este acto de rebeldía, de combate a la sociedad represiva y machista ahora tiene mi admiración. Las hijas o mujeres de gente adinerada que se desviaban del sendero, eran tratadas profesionalmente, internándolas en sanatorios mentales
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