Claroscuro de los gobiernos progresistas. América del Sur: ¿Fin de un ciclo histórico o proceso abierto?

Desde finales del pasado siglo, buena parte de los países de América del Sur experimentó un cambio político importante. Brotaron líderes nuevamente estilo a los que les correspondió encabezar gobiernos que se ha convenido en calificar de progresistas. Hugo Chávez en Venezuela, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet en Chile, Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, Ignacio Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, Tabaré Vásquez y Pepe Mújica en Uruguay, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.

Cada uno de ellos con especificaciones propias cuyas diferencias se reflejan en los gobiernos que encabezaron. Todos tienen en común el haber accedido al poder a través de selecciones limpias y encabezar proyectos que procuraban romper con una extendida historia de atraso y exclusión popular. Después de la sucesión de dictaduras de los años 80, la llamada “década perdida”, esta novedosa ola de mandatarios representó un cambio enorme. América Latina volvía a ser un conjunto de naciones de promesa. No se trataba del regreso de la utopía revolucionaria. Las fuerzas que sostenían los nuevos liderazgos habían aprendido la lección: sobrevivientes de violentas confrontaciones transitaban al campo de las reformas. Se imponía la convicción de que la democracia era el único espacio natural para un emprendimiento de cambio. Este libro obedece a un propósito exacto: ayudar a un cómputo ecuánime de la obra de los llamados gobiernos progresistas de América del Sur, sus luces y sus sombras, resaltando adelantos y retrocesos, logros y descalabros.

La activa ascendiente de estos gobiernos empezó a frenarse hacia finales de la pasada década, varios se desgastaron y hubo cambios de signo, apareciendo la interrogante a la que este libro y sus connotados autores procuran contestar: ¿fin de un período histórico o desarrollo abierto?