La Ciudad de Dios

Una de las considerables proyectos de San Agustín, a una parte de las "Confesiones", es "La Localidad de Dios", que hablamos de una iniciativa sobre una exclusiva forma de sociedad civil, que quiere impulsar los valores de la raza humana en razón de vivir de conformidad con la doctrina cristiana. Asimismo la escribió para contestar a las críticas que los paganos hacían contra el cristianismo. Esta obra se escribió en latín en los años de la vejez de San Agustín, entre el 412 y el 426.

"La Localidad de Dios" es un enorme drama teándrico en veintidós libros, síntesis de la historia universal y divina, indudablemente la obra mucho más excepcional que haya podido suscitar el largo enfrentamiento que, desde el siglo I al siglo VI, puso cara a cara al planeta viejo agonizante con el cristianismo incipiente. 
Obra imperfecta, precisamente, llena de digresiones, de capítulos, de retardas, de prolongaciones, donde no todo es del mismo trigo puro. La proyección, en el alén del espacio y del tiempo, de lo que el Santurrón sabe por haberlo experimentado él mismo, en un presente cargado de su pasado y de su futuro, le llevó a consideraciones aventuradas, controvertibles o claramente erradas. Pero la obra resulta de una inusual calidad por el plan que la inspira, y de un inmenso alcance por las perspectivas que abrió a la raza humana.