Cincuenta y cinco horas en capilla: Las cincuenta y cinco horas del motín más cruento del período de Transición

Se dijo, y con acierto, que "el pasado siempre y en todo momento se manipula según los intereses actualmente", y la transición política que se operó en España tras la desaparición de Franco no iba a ser la salvedad. Cierto que no salieron los tanques ni se cavaron trincheras, pero eran bastante los políticos que deseaban derruir el puente pacífico que conducía a España desde la dictadura a la democracia. Afortunadamente no lo lograron, a pesar de que lo procuraron y con alevosía, valiéndose de los presos como elemento mucho más vulnerable de la sociedad que siempre y en todo momento fueron. De aquella cruda etapa ahora nos alejan varios años, el tiempo que deja al creador rememorar los hechos menos confesables que nuestros prebostes se empeñaron en silenciar.

Cincuenta y cinco horas en capilla cruza los muros de la prisión de Foncalent, Alicante, para dar la vida a las cincuenta y cinco horas que duró una de los motines mucho más cruentos del periodo de tiempo de la Transición. Acorde avanza el relato central se van a ir deslizando frente al lector con su crudeza las ocasiones que fueron causa y razón del intérvalo de tiempo de crueldad que se vivió en los circuitos penitenciarios desde el asesinato del directivo general Hadad Blanco. 23 de marzo de 1978.

Amor, pasión, odio, venganza… son sentimientos que brotan libres como acrisolados por el padecimiento. El dominio que ejercita el creador sobre un tema en especial sinuoso en cuyos vericuetos ahonda sin cortapisa