Cicatriz (Narrativas hispánicas nº 545)

Sonia conoce a Knut en un foro de discusión literario de internet y, pese a los setecientos km que los apartan, establece con él una especial relación marcada por la obsesión y la extrañeza. Entre la atracción y la repulsión, no puede eludir sentirse maravillada por este personaje insólito y perfeccionista, que vive fuera de toda regla popular y que la corteja por medio de espléndidos regalos robados. «Le agradaba ir siempre y en todo momento bien vestido, aun para proceder a hurtar una fácil lata de conservas. Tan joven y comentando de escritores del XIX. Filosofando. Cuestionándolo todo. Teorizando sobre el sujeto y el conjunto, y la hipocresía popular, y los chivos expiatorios, y Dios y el destino, la virginidad y el sexo. Acostumbraba a decir que no hay exitación comparable a meditar. Y no, no era petulante ni vanidoso. Era sencillamente... completo.» Su necesidad de poner distancia en el momento en que Knut se regresa bastante absorbente, pero asimismo su irrefrenable curiosidad y el ansia de vivir vivencias alén de una vida exageradamente reglada, van a llevar a Sonia a una doble vida segrega donde va a quedar atrapada a lo largo de años sin oportunidad de exculparse.

Sonia conoce a Knut en un foro de discusión literario de internet y, pese a los setecientos km que los apartan, establece con él una especial relación marcada por la obsesión y la extrañeza. Entre la atracción y la repulsión, no puede eludir sentirse maravillada por este personaje insólito y perfeccionista, que vive fuera de toda regla popular y que la corteja mediante espléndidos regalos robados. «Le agradaba ir siempre y en todo momento bien vestido, aun para proceder a hurtar una fácil lata de conservas. Tan joven y comentando de escritores del XIX. Filosofando. Cuestionándolo todo. Teorizando sobre el sujeto y el conjunto, y la hipocresía popular, y los chivos expiatorios, y Dios y el destino, la virginidad y el sexo. Acostumbraba a decir que no hay exitación comparable a meditar. Y no, no era petulante ni vanidoso. Era sencillamente... completo.» Su necesidad de poner distancia en el momento en que Knut se regresa bastante absorbente, pero asimismo su irrefrenable curiosidad y el ansia de vivir vivencias alén de una vida exageradamente reglada, van a llevar a Sonia a una doble vida segrega donde va a quedar atrapada a lo largo de años sin oportunidad de exculparse. En esta insólita historia, Sara Mesa recobra temas que se dieron a conocer en sus primeras proyectos narrativas, dándoles forma mediante un estilo conciso y eléctrico en un planeta ?frío, escasamente comunicativo? cuyas reglas establecen únicamente los propios individuos que lo habitan. Cicatriz no es solo una inquietante historia amorosa descompensado interpretada por 2 seres muy diferentes pero al unísono complementarios, es asimismo una reflexión sobre la sociedad de consumo y los hurtos a enorme escala en enormes guardes, la sumisión y el poder, la anulación del deseo y la carnalidad, el cobijo de la niñez, la fantasía como opción alternativa, la culpa y la expiación, la escritura y la vocación literaria. La autora de la conmemorada 4 por 4 (que fue finalista del Premio Herralde de Novela), en vías de publicación al francés, se asegura con Cicatriz como entre las voces mucho más singulares y también indispensables de su generación.