Churchill y Orwell: La lucha por la libertad (HUELLAS)

Tanto George Orwell como Winston Churchill vieron peligrar su historia en la época de la década de 1930: Orwell por un tiro en el cuello en la guerra civil de españa y Churchill en un accidente de tráfico en Novedosa York. De haber fallecido entonces, la historia solamente les recordaría. Churchill era un político acabado, sospechoso para su clase y para su partido, y Orwell era un novelista del que como bastante se habría podido decir que tenía un éxito moderado.

Los dos sostenían una actitud antitotalitaria que no tenía bastantes incondicionales en aquella temporada. La democracia había quedado desacreditada en varios círculos y los líderes déspotas, de uno y otro color, estaban, en cambio, en alza. Churchill y Orwell, cada uno de ellos por su parte, fueron capaces de ver que lo que se encontraba en riesgo era la independencia del humano y que, ahora fuera comunista o fascista, un Gobierno que negaba a la población sus derechos formaba una amenaza contra la que había que batallar.

Los 2, uno en la arena política y el otro en el campo de las letras, probaron en los años siguientes estar a nivel de los tiempos. Y si bien Churchill jugó un papel mayor en la derrota de Hitler y el Eje, Orwell creó con Rebelión en la granja y 1984 2 metáforas inmortales sobre los riesgos del totalitarismo cuya predominación llega hasta este día. Sus vidas, las de los dos, fueron un canto al poder de las convicciones morales, y al valor que se necesita para sostenerse leal a ellas, contra viento y marea.