Chequeo Espiritual

¡STOP! Un instante. ¿Te has parado a meditar en algún momento si dedicas algo de tiempo a tu alma? ¿Cuántas ocasiones te has detenido para contemplar quién eres, por qué razón paseas por esta historia, qué manos te afirman en el momento en que te vas a caer o con qué vacunas puedes enfrentar el mal que en tantas ocasiones te ocupa? ¿Se te ocurrió que t u yo mucho más profundo necesita asimismo sus cuidados? Tu espíritu precisa llevar a cabo pequeños parones, aislarse de las prisas y los ruidos de cada día y, en la mitad del silencio, abandonarse al reposo apacible, a una revisión profunda. Me agradaría acompañarte para pasar algo tal como un examen espiritual: ver despacio todos tus sentimientos, de tus deseos, de tus inquietudes, de tus intranquilidades, de tus anhelos