La casa del ahorcado: Cómo el tabú asfixia la democracia occidental

Un original ensayo sobre el tabú y su relación con las novedosas maneras de censura contemporáneas.

¿De qué forma tenemos la posibilidad de proteger el pensamiento individual frente al exceso de líneas rojas?

Los proyectos recurrentes que han sostenido las sociedades democráticas occidentales semejan rotos. No una pandemia global consigue hacernos entender que los enormes desafíos necesitan respuestas colectivas. Sometidos a las reglas del identitarismo, una polarización extrema dió sitio al narcisismo tribal y al ensimismamiento haciendo referencia a sí mismo. Colectivos erotizados por su identidad y hostiles al resto, victimistas expertos y nacionalistas excluyentes dominan un panorama donde semeja justificable remover los derechos de la gente en pues de una causa mayor.

La vivienda del ahorcado es un destructor y discutido ensayo que mira los efectos de la civilización del sentimentalismo en la independencia de expresión y examina ciertas manifestaciones mucho más preocupantes de nuestro retroceso hacia la tribu. Con mirada antropológica, pero sin intención académica, Soto Ivars nos proporciona un paseo por distintos casos contemporáneos de retorno al tabú, el horror sacro, el chivo expiatorio, la herejía y el castigo ritual, y ofrece la restauración del término de ciudadanía como única salida a la guerra civil de las identidades.

«Comparto con las ánimas puras la iniciativa de que absolutamente nadie con un mínimo de sensibilidad mencionaría la soga en la vivienda del ahorcado, pero como observaremos en las próximas páginas, nos encaramos a un inconveniente colosal: en un planeta global y también hipercomunicado la vivienda del ahorcado no posee paredes, ni puerta por la que huír, comprende el planeta entero sin dejar un resquicio para la independencia.»

Reseña:
«Soto Ivars desmonta la simpleza de los debates binarios y revela que el desafío a leñazos de Goya es un fenómeno global. No contento con eso, reclama el valor del pensamientocrítico y también individual en frente de las obcecaciones grupales, ideológicas y prácticamente ecuménicas como novedosas maneras de persecución y censura.»
Karina Sainz Borgo, Vozpopuli