Carlo Acutis, Siervo de Dios

En frente de la desaparición la promesa de cada hombre, de forma frecuente, entra en el valle de la prueba. Mucho más todavía:  si hablamos de la patología y de la desaparición de un jóven, entonces es la vida humana misma lo que semeja dudar al límite abismal de lo incomprensible. No obstante, hay testimonios capaces de traspasar allí donde la razón se obscurece, como un rayo de sol que alumbra y excita el corazón de quienes ahora dejaron de aguardar. La vida de Carlo Acutis es uno de estos rayos. En verdad fué como la luz de un relámpago en una tarde de verano que ha vencido la niebla de los temores y de los sin sentidos, haciéndonos atisbar lo que realmente hay alén de la noche de la vida.