CÁNCER es NACCER: Cuando un tumor cerebral fue mi inesperado regalo al cumplir 30 años y logré transformar el miedo a morir en el valor a reNaccer

Un día, mientras que me hacían una resonancia imantada cerebral, se me ocurrió nombrar nuevamente a la alarmante palabra cáncer por otra mucho más efectiva y ilusionado. Lo conseguí mudando de orden la primera y la tercera letra, y el resultado fue esta bella palabra: NACCER.

¿Te imaginas recibir un extraño obsequio que no has pedido y tampoco quieres? ¿Un obsequio que te sacudirá la vida hasta ofrecerle un giro de 180º? ¿Un obsequio que te va a hacer cuestionarte el valor que le dabas a la salud y a tus vida? Este inesperado obsequio lo recibió María treinta días tras cumplir treinta años. Tenía que ver con un cáncer, en concreto de un tumor cerebral. Iba envuelto en un papel de obsequio grosísimo que solamente dejaba ver la manera y dimensión del mismo, y se encontraba pegado con cinta adhesiva de indecisión y temor. Ninguna tijera común podría recortar esa cinta