Caminar por Sierra Morena y la Ruta de la Plata

El libro es un método de procurar aminorar las deficiencias que los agujeros del correr de los tiempos van abriendo en la memoria. La vida es pelea y reto preciso frente al amodorramiento que los años tienen la posibilidad de ir ingresando en los resquicios del alma... y del cuerpo. Y no hay mejor modo de vivir que inventar continuos "entretenimientos" con que sostener al cuerpo estable y la curiosidad lúcida. Caminar es uno.
Poder rememorar a cada instante las horas anteriores al amanecer en el momento en que tus pies hollaron en compañía de los primeros trinos del alba el suelo del final de tantas noches, poder leer y actualizar el beso con la tierra y la naturaleza en la relectura de tu aventura pasada, el ahínco de haberla paseo y haber vivido con ella como enamorado que siente a su lado el presentimiento del corazón de su querida, es quizás el objeto fundamental de toda esta escritura que voy dejando producto de mis recorridos por las tierras del país. Vivir y proseguir recordando a veces con la lectura de este u otros libros afines lo que somos, la liviandad de nuestro ser, pero al unísono la hondura de nuestro paso por el planeta, nuestro exitación, nuestro mal, la satisfacción por los breves años de nuestra vida, me semeja un tema de máxima importancia para socorrer con determinada distinción los años que te logren quedar por vivir.
El libro recopila devaneos y medites que el caminante en su caminar solitario va recogiendo aquí y allí en las largas jornadas de sendero mediante Sierra Morocha, en el trazado del GR-48, y de la Ruta de la Lana.