Los calendarios zaragozanos, Joaquín Yagüe, Mariano Castillo y la predicción del tiempo XIX

Hasta 1887 no se creó el Centro Central Meteorológico en La capital española, y solo un año antes se publicó en España el primer folleto meteorológico con acompañamiento institucional. Hasta el momento, la única previsión del tiempo era dominio de los calendarios, que se publicaban por provincias y zonas, con adelantos de la temperie anónimos, lacónicos, equívocos y carentes de procedimiento.
2 zaragozanos, Joaquín Yagüe en 1857 con su Calendario El Cielo, y Mariano Castillo en 1863 con El Firmamento, provocaron una genuina revolución en este género de publicaciones, al dar pronósticos explicados y extensos sobre heladas, crecidas de agua, vendavales, galernas en el mar, etcétera. que avisaban con meses de antelación a las ciudades mucho más expuestas a este tipo de fenómenos. Las tiradas de los dos zaragozanos fueron un rotundo éxito editorial, con lo que enseguida brotó una pléyade de imitadores en pos de negocio simple.
Si bien Mariano Castillo murió en 1875, su popular almanaque El Firmamento pervivió a lo largo del siglo XX, y entrados en el XXI prosigue disfrutando de una enorme popularidad.
¿Cuál fe la clave del éxito de los Zaragozanos? ¿Qué métodos empleaban para adelantar el tiempo de años enteros? Este trabajo de F. J. Roche y J. L. Pascual averigua en la vida de los dos individuos y en las doctrinas y autores que inspiraron su obra de triunfantes pronosticadores del tiempo en la España de la segunda mitad del siglo XIX, ratificando que tenía que ver con lunaristas en la línea de Giuseppe Toaldo en Italia, de Jean Baptiste Lamarck en Francia, y en España del matemático José Mariano Vallejo, tal como del primer catedrático de Meteorología que hubo en La capital de españa, José Garriga. O sea, que predecían el carácter de los años, de las estaciones y de los meses y semanas por las conexiones de la atmósfera con los ciclos lunares, aún discutidas y puestas en duda por nuestros científicos.