Cal viva (Biografías y Memorias)

Un relato emocionante: la realidad determinante desde las supones de los GAL

En el momento en que se cumplen treinta años de la resolución del gobierno de Felipe González de combatir contra ETA con sus armas, Cal viva es el relato mucho más visceral, descarnado y directo que jamás se había escrito de los crímenes de los GAL, a través del testimonio en primera persona de uno de sus personajes principales incontrovertibles.

José Amedo revela al fin los datos mucho más meticulosos, hasta la actualidad extraños: de qué manera se urdió el homicidio de Santiago Brouard en el hotel Ercilla de Bilbao a lo largo del desafío por el senador del PSOE Enrique Viviendas, la colaboración de la policía francesa para terminar con el santuario de la banda en el sur de Francia o la conspiración que trenzó Baltasar Garzón para vengarse del ninguneo que sufrió a lo largo de su etapa en la política.

Pero no solo eso. En este libro, el exsubcomisario identifica con nombre y apellidos quién ordenó, quién planeó y quién ejecutó cada atentado, y desviste el alma de la guerra sucia respondiendo, entre otros muchos, los próximos problemas:

• ¿De qué forma pensaban los mesnaderos y sus superiores?

• ¿De qué manera se relacionaban?

• ¿Cuáles eran sus inquietudes?

• ¿Cuáles sus pasiones?

José Amedo Fouce (1946) nació en Lugo, pero pasó su niñez y juventud en Bilbao. Aprendió el manejo de las armas de su padre, vencedor nacional de tiro con pistola, y también ingresó en 1968 en la Policía, donde dedicó toda su historia profesional a los Servicios de Información en el País Vasco y a la pelea contra ETA, que procuró atentar contra él cuando menos en doce de oportunidades.

En el momento en que el gobierno de Felipe González escoge, en 1983, arrancar la guerra sucia, los causantes de esa estrategia política le encargan la coordinación de una red de ayudantes y mesnaderos en el sur de Francia para cometer atentados, por ser el agente con mejores contactos. Absolutamente nadie conoce como él el desempeño de los GAL.

Sentenciado a 108 años de prisión por su participación en esos hechos, pasó mucho más de 4.000 días en prisión, pero entró en la narración de España en el momento en que, forzado por las situaciones, acusó en sede judicial y en una recordada entrevista en El Planeta a los mandos del Ministerio del Interior, ocasionando su condena y la caída del ejecutivo socialista tras trece años en el poder.