Cadáveres en la playa (Andanzas)

Un Samuel Esparta ahora maduro, que sostiene contra viento y marea su peculiar librería en Getxo, recibe en los años setenta la visita de una señora, Juana Ezquiaga, que desea contratarlo a fin de que descubra la desaparición, bastante hace un tiempo, del que fue su amor de juventud. Juana sabe por un adulto mayor pescador que las corrientes están llevándose la arena de la playa, y que tienen la posibilidad de emerger los cadáveres que se ocultan en sus tripas. En entre los fusilamientos de la guerra civil, los falangistas abrieron una fosa común allí, y el pescador le ha contado que en el último instante apareció alguien con una carretilla portando un cadáver. Juana sospecha que eso solo ha podido llevarlo a cabo ciertos viejos amigos, recelosos de la pareja. ¿Va a poder Samuel Esparta investigar de forma exitosa un viable delito cometido treinta y cinco años antes? ¿Conseguirá aclarar, desde los vecinos a los que interroga, la amalgama de envidias y despecho de un conjunto de amigos antes de la guerra? Por fortuna, la siempre y en todo momento eficaz Koldobike no desea perderse similar reto, y asiste en asistencia de su viejo jefe.