Billete al fin del mundo: La historia del Transiberiano, el tren que cambió Rusia (ODISEAS)

Es la línea ferroviaria mucho más extendida de todo el mundo y el viaje soñado para bastantes. Recorre Rusia como una arteria escencial, de Moscú a Vladivostok, durante 9.000 km y siete husos horarios, atravesando varios de los panoramas mucho más áridos del globo.Más allá de las adversidades climáticas, las anomalías de la salud, la escasez de materiales y mano de obra, y la corrupción extendida, se tardó solamente un decenio en llenar el trazado. Recién inauguradao, se vio en el centro de la guerra ruso-de Japón, que resultaría catastrófica para Rusia. Fue solo el primero de los enfrentamientos librados en torno al Transiberiano: la guerra civil rusa fue la próxima y los combates al lado de las vías en último término decidirían la fortuna de la Revolución. Mucho más adelante, a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, el tren dejó mover al este una gran parte de la industria, lo que la resguardó de la invasión hitleriana.

Merced al ferrocarril, Siberia dejó de ser famosa únicamente como rincón de destierro y presidio para trocarse en una tierra prometida donde los inmigrantes se asentaron por millones. El Transiberiano es, indudablemente, lo destacado que le pasó jamás a Siberia. Transformó una zona perdida y distante en parte inextricable de la identidad rusa. Y desde ese momento todavía es la vía ferroviaria más esencial de todo el mundo, cerca de la que, desde su nacimiento, un país ha experimentado la mucho más impactante de las transformaciones.