Beatriz de Salcedo. La esclava blanca

Beatriz la mora, esclava, prostituta, concubina y liberta, llegó a ser la mujer del custodio del arca de las tres llaves, el veedor García de Salcedo.

Capturada joven como esclava en las montañas del Reino de Granada, pasa unos años como prostituta en la convulsa Granada del siglo XVI. Más tarde viaja a Perú, donde participa en primera persona en la conquista del Imperio Inca al lado de Pizarro, Almagro y esos trescientos españoles que hicieron viable tan gigantesca compañía. Vivió con las mujeres del emperador inca Atahualpa tras su atrapa y posterior asesinato, conociendo sus misterios y prácticas. Se encuentra dentro de los individuos mucho más emocionantes y extraños del siglo XVI. Su papel fue tan esencial que es la única mujer que, al lado de Pizarro y sus capitanes, hace aparición en las actas de fundación de la Localidad de los Reyes (de hoy Lima), llegando a ser la mujer mucho más rica del virreinato del Perú, costeando la construcción de su catedral.

Una mujer de hermosura inusual que, valiéndose de sus talentos y también sabiduría, supo constituir sociedades y compañías que le dejaron supervisar el comercio y el poder de aquel extendido Imperio e inclusive, de forma indirecta, el del propio emperador Carlos V.

Quinientos años después, se prosigue comerciando en Perú con "el trigo de Beatriz de Salcedo" y utilizando en las tradiciones su forma mora de vestir, "las tapadas de Lima".

Una historia tan emocionante como apasionada fue su personaje principal.