La bailarina sonámbula: Noches y nieblas (Sílabas del Viento)

Alberto Bejarano rompe con la composición usual de un libro de poemas. Estas páginas son movimiento, música, presencias que van y vienen, que no sienten la necesidad de detallarse, que habitan sus nombres claramente, voces que charlan, aúllan y demandan, voces que envuelven y son ellas mismas un beso al corazón de la verdad.

La bailarina sonámbula es asimismo un homenaje. Leyendo con atención, permitiéndonos ingresar en sus ritmos variables, en sus blancos silencios, en su aparente caos, en sus pausados alcoholes, en sus brevedades y en sus fugas, uno puede avisar que Alberto Bejarano es un poeta puesto en compromiso con su poesía, pero, más que nada, puesto en compromiso con su experiencia escencial y poética. Aquí o allí se encienden diferentes miradas, entran en escena la palabra contenida y sugerente de un poeta como José Manuel Arango, o la convidación al libro único de Mallarmé