La audacia de la esperanza

Una exposición de los puntales de las ideas y también idóneas políticos de Barack Obama.

En la Convención Nacional Demócrata de julio de 2004, Barack Obama levantó la voz con un alegato dirigido a todos y cada uno de los ciudadanos americanos, sin importar sus ideologías ni inclinaciones políticas. Una oración en especial de esa charla caló hondo en la audiencia: un recuerdo de que, más allá de las adversidades y combates sufridos anteriormente, algo nos ha empujado siempre y en todo momento a continuar hacia adelante, a no desfallecer. A esto Obama lo llamó «la audacia de la promesa».

El presente libro es la llamada de Barack Obama para una exclusiva forma de llevar a cabo política. Una política para todos los que les hastían los choques de trenes que presenciamos cada día entre contrarios. Una política basada en su sitio en la fe, la inclusión y la nobleza de espíritu. De este modo, explora las fuerzas -desde el temor a la derrota a la perpetua necesidad de hacer dinero- capaces de corromper a la persona mejor intencionada y los misterios de un equilibrio entre la vida pública y la personal.

Opiniones:
«Un libro impresionante.»
The Guardian

«En esta era repudiable y desmoralizadora, el talento de Obama para ofrecer resoluciones humanas y prudentes con prosa muy elegante y también inspiradora lo llena a uno de promesa.»
The Washington Articulo

«Barack Obama pertence a los pocos políticos capaces de redactar, y capaces de llevarlo a cabo con honestidad y sensibilidad.»
The New York Times

«Un libro impresionante.»
The Guardian

«La audacia de la promesa es un libro realmente bien escrito en el que los recuerdos personales, los análisis políticos, las referencias a la narración de su país y los llamamientos al deber ética se mezclan para trasmitir un mensaje de seguridad en que el sueño americano puede renacer. [...] un libro que puede ser leído como una introducción a la vida política de america, a los arduos problemas que tiene planteados aquel enorme país y a las probables vías de solución de exactamente los mismos. Pero resulta que semejantes inconvenientes son en decisión correcta recurrentes a todos y cada uno de los países desarrollados.»
El Cultural