Arqueología bíblica

¿Puede la arqueología probar la certeza de la Biblia? ¿Es la Biblia un libro de historia? ¿Cabe charlar, ya que, de arqueología bíblica? ¿Cuáles fueron sus primordiales descubrimientos? ¿Qué género de luz puede arrojar la arqueología al estudio de la Biblia? ¿Puede ubicarse el paraíso terrenal? ¿Hay patentizas del diluvio universal o de la torre de Babel? ¿Fue viable en Egipto un éxodo de esclavos? Los israelitas ¿escaparon de Egipto o fueron expulsados? El faraón del éxodo, ¿fue un hombre o una mujer? ¿De qué manera fue el establecimiento de Israel en Canaán: conquista beligerante, incursión pacífica o evolución progresiva? Las murallas de Jericó, ¿fueron derruidas por las trompetas de Josué o las halló ahora demolidas? ¿Hay patentizas arqueológicas de los reinados de David y Salomón? ¿Cuál es la relevancia de Qumrán para la arqueología bíblica? ¿Por qué razón jamás se muestran en los evangelios Séforis, Magdala o Tiberias? ¿Es verídica la tumba de Jesús?

Todas y cada una estas cuestiones las responden los mucho más refulgentes arqueólogos de Tierra Santa de siempre: Warren, Garstang, Woolley, Albright, Flinders-Petrie, Kenyon, de Vaux, Parrot, Mazar, Glueck, Yadin, el matrimonio Dothan, Dever, Ben-Tor, Garfinkel, Barkay, Finkelstein…

Aquí reside entre las noticias de este libro. Varios arqueólogos se han acercado a la Biblia con respeto y elegancia. En este momento es un biblista el que se aproxima a la arqueología con exactamente las mismas reacciones, sin esperar usurpar la experiencia de un arqueólogo. La presentación es fácil y fría, que no superficial: con varias fotografías, ilustraciones y mapas. El especialista hallará una síntesis esencial del estado de la cuestión en las distintas temporadas arqueológicas con materiales bibliográficos actualizados y pistas para proseguir ahondando. El lector que se acerque por vez primera, sea o no fiel, va a quedar conquistado por las historias de buscas y descubrimientos, por la explicación de ciertos contenidos escritos bíblicos y de qué forma la arqueología nos asiste a entenderlos, por el hallazgo de los espléndidos bienes que encierran las páginas milenarias de la Biblia y las lomas de Tierra Santa que solamente son desenterradas si bien hayan pasado ahora prácticamente 2 siglos de excavaciones.