Armando futuro

Armando futuro, obra del senador sin dependencia y candidato a la presidencia de la República Armando Ríos Piter, es una contestación tanto como una iniciativa por el futuro que tenemos la posibilidad de crear. Que viene dentro por distintos productos publicados en los jornales Excélsior, El Universal y Reforma, tal como en las gacetas Vínculos, Voz y Voto y Expansión, entre otros muchos medios, este libro reúne mucho más de cinco años de la actividad legislativa y periodística del creador, para aproximarnos a los temas mucho más importantes de la agenda pública nacional. En su grupo, el artículo no solo forma un testimonio de los enormes inconvenientes de nuestra historia reciente, vistos desde ese mirador favorecido que es el Congreso, sino más bien, mucho más aún, un emprendimiento de nación en donde todos (hombres y mujeres, ancianos y pequeños, tal como jóvenes) nos encontramos incluidos, ya que hablamos de una iniciativa que excede la manera clásico en que trabajan los partidos, en tanto que no se cimienta en la adquisición de votos para ocupar cargos públicos en beneficio propio y de varios, sino más bien en realizar política con la multitud y gobernar para la multitud a través de la única ruta que, como nuestro senador demostró, hace esto viable: la vía sin dependencia.

De este modo, en expresiones del creador: “Más allá de las gigantes disparidades que combaten frente a los partidos, los independientes son la única promesa de transformación real. La oportunidad de llevar a cabo campañas con mucho menos elementos, de explotar las ventanas que dan las novedosas tecnologías, pero, más que nada, la posibilidad de trabajar de forma directa con una exclusiva camada generacional de jóvenes que creen en los procesos libres, horizontales y colectivos, hacen de las y los aspirantes independientes una ruta que puede fomentar un cambio real en frente de la situación prevaleciente”.

En definitiva, Armando futuro es un libro clave no solo para entender los inconvenientes que encaramos como nación, sino más bien para meditar y accionar en torno al mejor país que tenemos la posibilidad de crear, el que es, indudablemente, el México que merecemos.