El apicultor de Alepo: Cada persona que se ve forzada a huir de su país tiene una historia que contar. Cada persona que está dispuesta a escucharla tiene … valioso que aprender. (Éxitos literarios)

En la mitad de la guerra, halló amor.

En la mitad de la obscuridad, halló valor.

En la mitad de la catástrofe, halló promesa.

¿Qué vas a encontrar tú en esta historia?

En Alepo, la vida de Nuri y de su mujer, Afra, transcurría feliz al lado de su hijo, Sami. Él era apicultor y dedicaba su historia a las abejas, ella era una artista de enorme sensibilidad que vendía sus cuadros en el mercado de la región. Pero en el momento en que pasa lo impensable y la guerra destroza todo cuanto adoran, deben huír. Mientras que escapan a Turquía y después a Grecia, siguiendo la dañina estela de muchos otros asilados sirios, Nuri evoca sus recuerdos mucho más contentos para no perder la promesa más adelante, uno en el que logre rencontrarse con el brezo, las abejas y su primo Mustafá, que los espera en Inglaterra.

«En el verano de 2016, y nuevamente por año siguiente, trabajé en Atenas como facultativa en un centro de asilados. Todos y cada uno de los días llegaban familias enteras perdidas y asustadas. Entendí que, más allá de las barreras del idioma, deseaban charlar. Retorné a Londres confiando en que lo que había visto y oído desaparecería, pero no fue de esta forma, conque decidí redactar esta historia para expresar de qué forma nos comportamos con la gente que mucho más nos importan tras padecer una pérdida extrema. Este libro trata de eso, pero asimismo del amor y de hallar la luz.»

Christy Lefteri