El antropólogo inocente (Crónicas nº 18)

El antropólogo inocente es un artículo precisamente insólito del que se ha dicho: «seguramente el libro mucho más entretenido que se ha anunciado este año. Nigel Barley hace con la antropología lo que Gerald Durrell logró con la zoología» (David Halloway). El creador, doctorado en antropología en Oxford, se dedicó en el transcurso de un par de años al estudio de una tribu poco famosa del Camerún, lo que formó su primera experiencia en el trabajo de campo, y prácticamente la última. Nigel Barley se instaló en una choza de barro con la intención de investigar las prácticas y opiniones del pueblo dowayo. Conocía la teoría del trabajo de campo, pero, como descubrió enseguida, esta no tomaba en cuenta la resbaladiza naturaleza de la sociedad dowayo, que se resistía a amoldarse a regla alguna. En esta crónica del primer año que pasó en África, Nigel Barley ?tras subsistir al aburrimiento y a catastrofes, anomalías de la salud y hostilidades múltiples? nos proporciona una introducción claramente irreverente a la vida de un antropólogo popular.