Antologia Incompleta: 1992-2012

Los que conocemos a Martín Durand, y poseemos el privilegio de ser sus amigos, aguardábamos deseoso la publicación de este libro de crónicas de las que fuimos parte ó hemos gozado de su relato así sea en frente de un tazón de café, en el patio de la facultad ó en el carro mientras que él maneja. Sus historias con individuos reales, frecuentemente en situaciones extremas, siempre y en todo momento captaron nuestra atención. Tras escucharlas sugerimos, en más de una ocasión, que habían de ser puestas en papel a fin de que trascendieran a un público mucho más extenso del amical ó familiar.

Como buen cronista Martín desarrolló, desde pequeño, una fina y aguda mirada llena de humor en frente de los hechos y situaciones que lo rodeaban cualquiera que fuesen la naturaleza de estas: la vida diaria al interior del campo familiar, el vecindario y los vecinos, la facultad, una “juerga” con los amigos ó el ámbito político nacional. En todos estos hechos, del que era testigo y personaje principal, fue dándose cuenta que eran dignas de ser contadas.

El ámbito, de la mayor parte de ellas, es Lima su localidad natal, y en el cosmos limeño la vivienda de Chota es un personaje primordial en estas crónicas. Chota Izquierda clásico calle limeña que aparece en la segunda década del pasado siglo, producto de la expansión urbana, muy cerca al Recorrido Colón, la plaza Bolognesi y, naturalmente, al Centro va a ser el sitio donde la pequeña burguesía asestará sus reales. Chota cobijará por décadas a múltiples generaciones de las familias Durand y Quiroz hasta el momento en que sus integrantes formen novedosas y emprendan sendero a nuevos espacios urbanos menos congestionados por la creciente explosión urbana. Tal como Chota Izquierda los distritos limeños de Magdalena, la Residencial Santa Cruz, Miraflores, Barranco, el balneario de Ancón sin por este motivo dejar de nombrar el fundo de San Bernabé, situado en Ica al sur de Lima, o Puerto Maldonado, en la selva, pertenecen a los niveles recreados en los contenidos escritos.

Estas crónicas tienen el valor primordial de brindarnos un panorama de la cotidianidad limeña desde objetivos de los sesentas hasta los primeros años de los noventas intérvalo de tiempo primordial del Perú moderno en donde sucedieron hechos que alteraron substancialmente nuestra historia. Por una parte, el gobierno velasquista, en donde los individuos van a tener situaciones contrarias que defenderán a ultranza, y por otro el enfrentamiento armado de adentro ocurrido en los ochentas afectará y alterará substancialmente el cosmos diario hasta producir una escapada extendida a nuevos contextos menos violentos.

Están contadas del mismo modo como lo logró siempre y en todo momento en el momento en que tenía a uno de nosotros escuchándolo, es por este motivo su estilo informal y próximo.

Pero quizás el aspecto mucho más importante de estas crónicas es que Martín para detallar una temporada importante en la historia del Perú contemporáneo apela a la vieja tradición limeña de contarnos constantemente exactamente la misma historia en que nos vimos envueltos hasta el momento en que conseguimos crear la que detalla mejor lo ocurrido. Entendemos, frente todo, que contamos una aceptable historia digna de la mejor pluma. ¿Para qué exactamente o por qué razón alterarlas? ¿Por qué razón apelar a la ficción? No es requisito. Es por este motivo que elige narrarlas sin modificar el ámbito y los individuos, que son nombrados con nombre propio, nos las da con facilidad, humor y inocencia realizando de todas ellas una lectura a la que queremos regresar de nuevo.

Estas crónicas son una acuarela repletas de color y de entretenida información que nos encontramos seguros los futuros leyentes gozarán totalmente y no vacilamos servirán a investigadores de la narración de la vida diaria urbana ya que hallarán en ellas una información importante y importante.