Un año en el otro mundo (Literatura nº 24)

En 1916 un joven Julio Camba viajó por vez primera a Novedosa York para ocupar la plaza de corresponsal del períodico ABC. En el transcurso de un año pemaneció en el "otro planeta", lugar desde donde envió crónicas de una situación asombroso en las que los datos de ámbito y prácticas se mezclaban con otras novedades mucho más importantes, como las selecciones que brindaron la presidencia a Woodrow Wilson, el hombre que decidió la entrada estadounidense en la Primera Guerra Mundial. Fruto de esa experiencia neoyorquina brotó Un año en el otro planeta, el libro que consagró a Camba como escritor. "La literatura de españa tiene un grande, con un admirable humorista", sentenció Azorín, impresionado por la lectura de esta obra que equiparó con el Viaje sentimental de Sterne. Ese humor logró que prácticamente cien años después la mirada con que Camba capturó el "espíritu americano" prosiga vigente: la afición a los récords, el consumo de goma de mascar, el gusto por las catástrofes, el valor que se da al dinero como patrón del éxito popular, el sensacionalismo de la prensa, la profusión de detectives Un siglo después tampoco cambió bastante el término que desde la localidad de los edificios se tiene de España.