Los amores prohibidos por la diferencia de edad y otros tabúes: Informe/Ensayo (Ensayos sexológicos nº 1)

Si se charla de “amores prohibidos” frecuenta aludirse al código popular pero asimismo al penal. Respecto del popular, los mojigatos y también hipócritas acostumbran a tomar la idea para expedirse basados en nuestra (general-cabeza frustrada o reprimida) historia personal. Indagaremos el tema, repasaremos resumidamente la crónica de una proporción de personalidades consagrados de diversa procedencia, por lo menos para admitir que “los amores prohibidos” no son un fenómeno conductual único de depravados o criminales. A ciertos les fue bien en su relación cuestionada, a otros les fue muy mal, como al pobre pensador Pedro Abelardo que perdió los testículos por enamorarse de Eloísa, su pupila joven. En rigor, la lista de consagrados que incurrieron en el susodicho “amor contraindicado” semeja no tener fin, y como para bastantes –quizás la mayor parte- de estos hombres no habría tribunal ético con autoridad para juzgarlos, entonces, o absolutamente nadie está exento de caer en la tentación, o varios de los amores prohibidos no debiesen serlo.