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Incluye notas, biografía y otras referencias bibliográficas del creador.
Amadeo I es la tercera novela de la serie final de los Capítulos Nacionales de Benito Pérez Galdós. Fue escrito en el año 1910.
El narrador es un nuevo personaje, Proteo (Tito) Ligero, escritor y periodista de El Enfrentamiento, ferviente republicano, refulgente orador, y con pasión admirador del precioso sexo, lo que le transporta a una serie interminable de lances y conquistas cariñosas en el La capital de españa del siglo XIX, que cuenta en primera persona.
Otro personaje importante de la novela es Mariclío, llamada asimismo Tía Clío Mariana, musa o personificación de la Historia de España, mujer de elevada edad, aspecto dinámico y conducta extravagante, personaje omnipresente, que toma a Tito bajo su protección y le convierte en duendecillo invisible a fin de que actúe de espectador de los hechos históricos y se los transmita ahora.
Es la primera novela de los Capítulos Nacionales que deja el realismo y la correo cronológica con la Historia. El relato se transforma en ocasiones en un cuento fabuloso, alterando los conceptos de tiempo y espacio. El resultado da una impresión de indecisión en el narrador, que probablemente coincide con la del creador, ya que Galdós por entonces tenía ahora prácticamente setenta años y se encontraba perdiendo la visión, hasta el punto de verse obligado a dictar muchas de las páginas.
La acción avanza en el periodo 1871-1873. Empieza con la entrada en La capital española de Amadeo de Saboya, llamado por las Cortes para ser coronado rey de España. Su primer acto es ayudar a las exequias de Prim, últimamente ejecutado en atentado terrorista realizado en la calle del Turco, el día de hoy calle del marqués de Cubas.
Bien recibido por el pueblo madrileño y la clase media, es no obstante rechazado desde el comienzo por la aristocracia alfonsina. El ámbito político es de enorme inestabilidad, sucediéndose los gobiernos consecutivos de Ruiz Zorrilla, Sagasta, y Serrano, al paso que en Vascongadas y Navarra tiene sitio la insurrección fracasada de Don Carlos, nieto de Carlos María Isidro de Borbón, que procura resucitar las guerras carlistas. El alzamiento acaba con el convenio de Amorebieta, pero prosigue una insurrección republicana y un atentado fallido contra nuestro Amadeo.
El monarca, desalentado por la oposición de los partidos y de la nobleza, abdica al final. El Parlamento admite la dimisión y vota la Primera República, Figueras como presidente.
Amadeo I es la tercera novela de la serie final de los Capítulos Nacionales de Benito Pérez Galdós. Fue escrito en el año 1910.
El narrador es un nuevo personaje, Proteo (Tito) Ligero, escritor y periodista de El Enfrentamiento, ferviente republicano, refulgente orador, y con pasión admirador del precioso sexo, lo que le transporta a una serie interminable de lances y conquistas cariñosas en el La capital de españa del siglo XIX, que cuenta en primera persona.
Otro personaje importante de la novela es Mariclío, llamada asimismo Tía Clío Mariana, musa o personificación de la Historia de España, mujer de elevada edad, aspecto dinámico y conducta extravagante, personaje omnipresente, que toma a Tito bajo su protección y le convierte en duendecillo invisible a fin de que actúe de espectador de los hechos históricos y se los transmita ahora.
Es la primera novela de los Capítulos Nacionales que deja el realismo y la correo cronológica con la Historia. El relato se transforma en ocasiones en un cuento fabuloso, alterando los conceptos de tiempo y espacio. El resultado da una impresión de indecisión en el narrador, que probablemente coincide con la del creador, ya que Galdós por entonces tenía ahora prácticamente setenta años y se encontraba perdiendo la visión, hasta el punto de verse obligado a dictar muchas de las páginas.
La acción avanza en el periodo 1871-1873. Empieza con la entrada en La capital española de Amadeo de Saboya, llamado por las Cortes para ser coronado rey de España. Su primer acto es ayudar a las exequias de Prim, últimamente ejecutado en atentado terrorista realizado en la calle del Turco, el día de hoy calle del marqués de Cubas.
Bien recibido por el pueblo madrileño y la clase media, es no obstante rechazado desde el comienzo por la aristocracia alfonsina. El ámbito político es de enorme inestabilidad, sucediéndose los gobiernos consecutivos de Ruiz Zorrilla, Sagasta, y Serrano, al paso que en Vascongadas y Navarra tiene sitio la insurrección fracasada de Don Carlos, nieto de Carlos María Isidro de Borbón, que procura resucitar las guerras carlistas. El alzamiento acaba con el convenio de Amorebieta, pero prosigue una insurrección republicana y un atentado fallido contra nuestro Amadeo.
El monarca, desalentado por la oposición de los partidos y de la nobleza, abdica al final. El Parlamento admite la dimisión y vota la Primera República, Figueras como presidente.
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