PAN CON VINO Y AZUCAR

En un pequeño pueblo de la España de los años 60, la vida diaria de los pequeños no da tregua al aburrimiento y avanza llena de anécdotas y aventuras. Unas experiencias plenas, con una atrevida vitalidad y con la independencia mucho más absoluta en el mucho más extenso sentido de la palabra, que da a la temporada de la niñez ese gusto agridulce que da el sendero de la inocencia y las travesuras hacia la “madurez” entre comillas de la adolescencia.
Todas y cada una de las ocasiones que vive en primera persona el personaje principal han sucedido verdaderamente, más allá de que varios de los individuos que se muestran no aparecen con su nombre genuino por causas de intimidad.
El creador evoca con melancolia ese periodo de tiempo de su niñez que concluye de manera imprevisible para él, pero con determinada resignación a la novedosa etapa de su historia que le tiene listo el destino.