Ictiandro: el hombre anfibio

Ictiandro, el hombre anfibio, cuenta la narración de un monstruo marino que es percibido en las costas de Buenos Aires. El libro, escrito en 1929 por el ruso Alexander Beliaev, se amoldó entonces al cine. Ictiandro, el hombre anfibio resulta un relato atrapante en el que, por medio de un hecho fabuloso se despliegan distintas medites sobre el hombre y la cuestión humana.

SOBRE DEL AUTOR

Alexander Beliaev nació el 16 de marzo de 1884 en Smolensk, Rusia. Hijo de un sacerdote ortodoxo, después de la desaparición temprana de sus 2 hermanos, prosiguió los pasos de su padre. Esa incursión en el seminario solo tuvo como corolario su adopción del ateísmo. Merced a sus prósperas finanzas, Beliaev ha podido viajar cerca del planeta y dedicar su historia a la literatura, siempre y en todo momento abocada a la ciencia ficción. Considerado frecuentemente el Jules Verne ruso, Beliaev incluyó, entre sus proyectos, ciertos temas que el escritor francés no desarrolló: la levitación y la telepatía, entre otros muchos. En 1914, contrajo tuberculosis, patología por la que debió pasar seis años prácticamente sin desplazarse de la cama. Tras ser descuidado por su mujer, y al precaución de su madre, Alexander Beliaev leyó a Verne, a H. G. Wells y a Konstantin Tsiolkovsky, en quienes se inspiró para retomar su trayectoria literaria en Moscú, en 1925. Beliaev murió en Pushkin, el 6 de enero de 1942. Ictiandro, anunciado por vez primera en ruso en 1928, fue su novela mucho más triunfadora, llevada al cine soviético en 1962. Otros libros del creador son El ojo mágico (1967) y La Estrella Ketz (1965).