El Nombre del Padre: Articulación entre la letra, la ley y el goce

Quienes hayan tenido ingreso a la obra de Lacan, no habrán dejado de ver su estilo irreverente y desafiante. trataba a sus contrincantes, como asimismo a sus fieles con soberbia, sin ahorrar comentarios despreciativos. amaba eliminar los mitos que amalgaman la conciencia colectiva, especialmente la de los psicoanalistas. Nada parecía detenerlo en su exigencia de rigor lógico y lo caracterizaba una profunda intransigencia frente a los requerimientos moderadores, que percibían la llegada subversivo de su alegato.
con este Jacques Lacan convive y contrasta llamativamente otro, cuya actitud fue de excesiva prudencia, de inocultable y en ocasiones confesado miedo en el momento en que tenía que ver con emprender una cuestión teorética, que por otro lado ocupó un espacio central en su doctrina. Me refiero al Nombre del Padre.
En el presente libro, Norberto Rabinovich se sumerge en el capítulo "censurado" de la enseñanza de Lacan, persiguiendo el hilo del razonamiento lógico –siempre y en todo momento exactamente el mismo, mantiene el creador– que se encuentra en los múltiplos y distintas abordajes que el profesor francés fue construyendo durante mucho más de 25 años.