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El niño común de el día de hoy—contra el telón de fondo de una industria pornográfica que consigue $13.000 millones de dólares estadounidenses por año—tiene su primer acercamiento con la pornografía a los 11 años de edad.
“En la civilización pornográfica de hoy, la carta pastoral Adquiridos a enorme precio es una lectura obligatoria para todo hombre y todo padre de familia”, ha dicho Matthew Kelly, un creador católico. “No hacer ni caso de su llamado a resguardar la vivienda y el corazón es dejar a nuestros hijos atacables a un mal real y presente”.
El título de esta carta pastoral procede de la primera carta de San Pablo a los Corintios: “Por ventura, ¿no sabéis que nuestros cuerpos son santuarios del Espíritu Beato, que habita en nosotros, y el que habéis recibido de Dios, y que no sois de nosotros, ya que fuisteis adquiridos a enorme precio?” (Corintios 6: 19-20).
La edición nueva de esa carta, con fecha 19 de marzo, en que los católicos recuerdan la vida de San José, patrono de los progenitores, tiene una extensa selección de elementos prácticos premeditados a retar a los hombres a sostenerse libres de la pornografía y a resguardar a su familia y a sus hijos.
En esta edición nueva de su carta pastoral Adquiridos a enorme precio, publicada en un inicio en el año 2006, Monseñor Loverde nos comunica: “Hoy día cada hogar está en el camino de este ataque a la inocencia y a la pureza de nuestros pequeños”. “Hago un llamamiento a todos y cada uno de los esposos y los progenitores a actualizar su sagrado deber con su mujer y sus hijos”.
Durante esta carta, cuya extensión es de unas 15.000 expresiones, Monseñor Loverde revela “el daño que causa la pornografía al 'modelo' de la visión sobrehumano que tiene el hombre” al corromper la capacitad de la visión. Al charlar del acercamiento de los cristianos con el Señor tras la desaparición, asegura que “Nuestra visión natural en este planeta es el modelo de la visión sobrehumano en el otro planeta”.
“Quizás se sientan impotentes y crean que es realmente difícil sobrepasar esos errores”, asegura Monseñor Loverde. "Pero con Dios, jamás tienen que sentirse agobiados. Ustedes van a salir victoriosos. Él los quiere y quiere liberarlos”.
“En la civilización pornográfica de hoy, la carta pastoral Adquiridos a enorme precio es una lectura obligatoria para todo hombre y todo padre de familia”, ha dicho Matthew Kelly, un creador católico. “No hacer ni caso de su llamado a resguardar la vivienda y el corazón es dejar a nuestros hijos atacables a un mal real y presente”.
El título de esta carta pastoral procede de la primera carta de San Pablo a los Corintios: “Por ventura, ¿no sabéis que nuestros cuerpos son santuarios del Espíritu Beato, que habita en nosotros, y el que habéis recibido de Dios, y que no sois de nosotros, ya que fuisteis adquiridos a enorme precio?” (Corintios 6: 19-20).
La edición nueva de esa carta, con fecha 19 de marzo, en que los católicos recuerdan la vida de San José, patrono de los progenitores, tiene una extensa selección de elementos prácticos premeditados a retar a los hombres a sostenerse libres de la pornografía y a resguardar a su familia y a sus hijos.
En esta edición nueva de su carta pastoral Adquiridos a enorme precio, publicada en un inicio en el año 2006, Monseñor Loverde nos comunica: “Hoy día cada hogar está en el camino de este ataque a la inocencia y a la pureza de nuestros pequeños”. “Hago un llamamiento a todos y cada uno de los esposos y los progenitores a actualizar su sagrado deber con su mujer y sus hijos”.
Durante esta carta, cuya extensión es de unas 15.000 expresiones, Monseñor Loverde revela “el daño que causa la pornografía al 'modelo' de la visión sobrehumano que tiene el hombre” al corromper la capacitad de la visión. Al charlar del acercamiento de los cristianos con el Señor tras la desaparición, asegura que “Nuestra visión natural en este planeta es el modelo de la visión sobrehumano en el otro planeta”.
“Quizás se sientan impotentes y crean que es realmente difícil sobrepasar esos errores”, asegura Monseñor Loverde. "Pero con Dios, jamás tienen que sentirse agobiados. Ustedes van a salir victoriosos. Él los quiere y quiere liberarlos”.
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