Jesús y las mujeres: Una insólita visión del mundo femenino a través de las palabras de Jesús

«Sería bueno que la Iglesia, todas y cada una de las iglesias, volviesen a inspirarse sin temor en las expresiones y la actitud de Jesús hacia las mujeres, asumiendo su visión de todo el mundo.»
Enzo Bianchi

«Levántate, mujer, exhibe la frente, quédate estable, no vivas inclinada.»

Cuentan los sabios que todo buen judío, al levantarse por la mañana, daba merced a su dios por no ser pagano, mujer o ciervo. ¿Cuál era entonces el papel de las mujeres en los tiempos de Jesús? Las vírgenes eran presas codiciadas para el matrimonio, y las casadas regían como dueñas del hogar y maestras de sus hijos, a resguardo de la mirada extraña y al amparo de unas leyes construídas por los hombres.

Durante los siglos, la Iglesia se ha preocupado por continuar estas reglas y espantar del poder fáctico a la mujer, pero Enzo Bianchi ha repasado con atención ciertos contenidos escritos sagrados para exhibirnos la actitud de Jesús hacia las figuras femeninas que se cruzaron en su historia: mujeres enfermas, extranjeras, adúlteras, que se aproximaron y han recibido de él expresiones de respeto y aliento. Y, entre ellas, resalta la imagen de María Magdalena, que la Historia con mayúsculas intentó de forma extravagante y con frecuencia malvada, pero que en boca de Jesús fue apóstol de los apóstoles, mujer sabia y vigorosa.

Jesús y las mujeres es un ensayo sincero y polémico que nos acerca a la historia viva de otros tiempos, y sus expresiones hallan eco en nuestra situación.