Diario de un residente

En “Períodico de un Habitante” relato de forma novelada ciertas vivencias mucho más entrometidas, tráficas, cómicas y espectaculares, que viví como médico habitante a lo largo de los años sesenta en un considerable hospital de La capital española. El personaje primordial es indudablemente “el ogro”, “el jefe”, “el patrón”, “el Dr. Bedoya”: una personalidad que aplastaba por las buenas o por las malas, que era el profesor –muy a su forma–, y que despertaba entre nosotros un profundo sentimiento bivalente: por una parte, temblábamos frente sus descargas de furia