Alfred y Emily

La vida no solo es lo que disponemos entre manos, sino más bien lo que hubiese podido ser, pero pocos son los enormes autores que tienen la posibilidad de cambiar el pasado de forma exitosa, usando la escritura como herramienta escencial.

Doris Lessing ha amado rendir un homenaje a sus progenitores, imaginando qué podría haber sido de su historia si la Primera Guerra Mundial no hubiera truncado el futuro de la joven pareja. El peso del enfrentamiento fue como un castigo que planeó sobre la pequeña Doris desde su niñez, «Aquí estoy tratando huír de esta monstruosa herencia, tratando ser libre», redacta la autora. Para lograrlo, en la sección primera del libro Lessing inventa para sus progenitores una vida donde no hubiese existido la guerra, y en la segunda cuenta de qué forma fue su historia de todos modos, primero en Inglaterra y después en África, intercalando en las páginas del artículo unas viejas fotografías familiares.

«Si en este momento pudiese entender a Alfred y Emily sin la pesadilla de la guerra, pienso que estarían contentos de la vida que he soñado para ellos», termina diciendo Lessing en estas páginas.

Ficción y autobiografía al unísono, correcta amalgama de imaginación y recuerdos, la novela mucho más reciente de esta enorme narradora revela de nuevo el talento de una mujer que, a sus noventa años, sabe detallar su vida tal y como si de un cuento se tratase.

Reseña:
«Se piensa que, llegados a determinada edad, dejamos de crear, pero Doris Lessing es inusual y nos llama la atención de nuevo.»
The Guardian