Tiempos de bruma: El crimen de Lourdes Txikide Lourdes Txiki

27 de junio de 1940. Las tropas del Tercer Reich llegan al Bidasoa, donde son recibidas, entre otros muchos, por las autoridades españolas al paso que es izada la cruz gamada en el puente en todo el mundo. El cuartel general se establece en Biarritz. Desde ese instante, soldados y oficiales nazis gozarán de sus días libres en San Sebastián donde se van a dar cita esenciales hechos festivos en el verano de la ciudad más importante easonense y donde el jefe del Estado Francisco Franco establecerá su vivienda de verano, en el palacio de Ayete, como previamente lo hiciesen los reyes.
    Las redes de espionaje, de manera especial la británica y la alemana, sostendrán una enorme actividad en toda la región. Marie Etchepare, una interesante joven correspondiente a la red alemana del capitán Helmut Lang con una central en Bilbao, se introduce, para trabajos de contraespionaje, en internet británica, formada, entre otros muchos, por un conjunto de viejos integrantes del Deuxieme Bureau francés convenientes al general De Gaulle en el exilio, siendo mandada al La capital de españa de la posguerra, al lado del no menos seductor espía de la red británica, Julíán Echániz, quien tiene una especial misión ejecutora, en la llamada operación Gavilán, contra un considerable ministro del régimen.
    Hasta entonces, en la ciudad más importante easonense, se ha cometido un horrendo delito, a través de un ritual de magia negra nazi con una muchacha, en la gruta de Lourdes Txiki, el que es investigado por el subinspector de la policía armada Veramendi, viejo gudari vasco