Moby-Duck

La auténtica historia de 28.800 patos de goma y otros muñecos perdidos en el mar y de los oceanógrafos, ecologistas y demás lunáticos que salieron en su busca. Una odisea accidental.

El diez de enero de 1992 una tormenta sorprendió a un carguero que cruzaba el Pacífico de Hong Kong a Washington. 12 contenedores cayeron al mar. Uno se abrió y liberó 28.800 bolsas de juguetes de plástico al mar. 7.200 patos amarillos, 7.200 ranas verdes, 7.200 castores colorados y 7.200 tortugas azules navegaron las corrientes oceánicas hasta zozobrar, ser presa de los animales marinos o quedar encallados en playas inexploradas.

El periodista Donovan Hohn leyó la novedad y decidió continuar el indicio a los juguetes de plástico. Su aventura lo llevó a sitios tan distintos como China, Alaska, Hawai, Escocia o el Ártico. Su estudió sirvió a una cantidad enorme de biólogos y oceanógrafos en el mundo entero para entender las corrientes marinas al investigar el sendero que habían seguido los patos. Pero descubrió una situación considerablemente más espantosa: la de cientos de elementos que caen o se tiran al mar cada año y el riesgo que estos suponen para los animales que habitan los océanos.

Comentarios:
«Yo leo Moby-Duck y recupero la excitación inquieta de los enormes cuentos de viajes que me agradaban tanto en mi adolescencia medrosa y sedentaria, los inventados por Verne y Stevenson y los vividos enserio por muchos navegadores que le revelaban a uno, si bien no hubiese salido de su pueblo, la joya de la amplitud y la pluralidad de todo el mundo».
Antonio Muñoz Molina

«Una odisea quijotesca que lúcida una misteriosa curiosidad al unísono que nos revela una enorme problemática. Una obra que recopila lo destacado de las novelas de nautas con un estilo periodístico locuaz, esta impresionante narración es el Moby-Dock de los patos de goma a la deriva».
Publishers Weekly

«Como la novela de la que, cuando menos en parte, toma su nombre, Moby-Duck es una pieza maestra de aventuras, ciencia, exploraciones y considerablemente más cosas, todo contado con delicia».
Nathaniel Philbrick, creador de The Last Stand

«Una crónica finamente tramada... un viaje de hallazgo exquisito y lleno de arte».
Kirkus Reviews

«Moby-Duck, una aventura estupendamente premeditada y picaresca, nos transporta en un viaje transoceánico por medio de un planeta moderno conminado por su adicción al plástico. Hablamos de un relato de enorme manera mordaz y también inteligente de héroes, villanos y juguetes de baño».
Philip Hoare, creador de The Whale

«¿Qué llevar a cabo con un libro como Moby-Duck? El punto de inicio puede ser una nimiedad pero la verdad es que es un tema de colosal hondura y trasfondo medioambiental. Conque o sea lo que debes llevar a cabo con un libro como Moby-Duck: ojearlo un par de veces».
Tom Bissell, creador de Chasing the Sea