La Quimera

La novela tiene que ver con la vida del pintor Silvio Lago que se va a Argentina, donde sigue con vida como puede, para regresar a España con la resolución de vencer como artista. Para esto se pone bajo la protección de Minia, una conocida música que pasa el verano en su pazo gallego al lado de su madre. El retrato que efectúa de la primera le servirá para introducirse en los círculos mucho más distinguidos de La capital de españa, donde se transformará en el pintor de tendencia.
Las historias cariñosas con mujeres nada recurrentes como Clara Ayamonde o María de la Espina Porcel, mujer cosmopolita y adepta a la morfina, que le transporta a vencer en París, forman el tejido básico de la novela al lado de la quimera del personaje principal, que busca algo mucho más que el reconocimiento, su anhelo es la popularidad, ser considerado un enorme artista, el dominio del arte de la pintura, huyendo de la mediocridad.