La primera vez que vi un fantasma (Candaya Narrativa nº 53)

Los espectros que atraviesan este libro tomaron forma de historias. Habitan en un avejentado hotel de carretera o en el cuerpo de una gata embarazada, se enmarañan en una trenza atada por una cinta azul, explotan con estrépito en el aire y se esconden entre los dientes de una minúscula mujer desviste. Cruzan plácidamente de un relato a otro y por instantes se vuelven una presencia tangible que se cuela en la vida de cada día, engañándonos y seduciéndonos a fin de que intimemos con ellos. La lectura de La primera oportunidad que vi un espectro nos deja con la sensación de haber experimentado algo increíble: una aparición terrorífica, un futuro inquietante, un recuerdo entrañable.

La autora ecuatoriana Solange Rodríguez Pappe, hábil para sospechar tramas inquietantes que dejan huellas hondas, semeja haber venido para expulsarnos de la verdad y empujarnos horriblemente a la indecisión y a la extrañeza.