Diario de un sueño

Una vida regida por las reglas impuestas por su padre.
Un hombre que la va a llevar a romper las reglas.

Amor, inquietudes, enfrentamientos... ¿Va a poder al fin Gabriela ser libre y feliz?

Gabriela lleva toda su vida realizando lo que otros han escogido por ella.

Estudia lo que su padre le ha impuesto y vive de una manera que la hace feliz, ya que no es lo que ella quiere.

Ser la hija de un ministro y estar observada a lo largo de prácticamente todo el día te hurta la independencia. No obstante, sus reales inconvenientes empiezan en el momento en que su padre escoge ponerle supervisión las veinticuatro horas, y cansado de la rebeldía de su hija, opta por contratar, además de esto, a Leo, un exmilitar que va a sacar de quicio a Gabriela.

Los dos se odian, si bien él tratará de cuidar a ella, más allá de que Gabriela no se lo va a poner simple y lo va a meter en inconvenientes todo el tiempo. Sin embargo, como el ministro confía en él, defraudarle no entra en sus proyectos.

Gabriela empezará a meditar que sus deseos jamás van a poder hacerse situación y que saltarse las reglas solo la trae inconvenientes, con lo que escoge continuar con la vida que su padre le ha impuesto renunciando a sus mucho más profundos deseos... pero Leo le recordará que los sueños están para cumplirlos y va a hacer que se transformen de todos modos.