El juego de la oca

Se tienen la posibilidad de contar por miles los peregrinos que todos los años recorren el Sendero de Santiago con la intención de conocer al beato apóstol. Y lo hacen ignorando que ese camino por donde en este momento recorren perteneció siglos atrás a un obscuro ritual de sacrificios paganos. Lo que todos conocemos como El Juego de la Oca, logró llegar hasta nuestros días bajo el formato de un inocente diversión infantil, en el momento en que de todos modos lo que esconde es un ancestral rito iniciático que los viejos profesores canteros medievales trataron de sostener vigente. Por consiguiente, todas sus siete pruebas: los puentes, la posada, el pozo, el laberinto, los dados, la prisión y la desaparición, existió y tiene una localización real en múltiples de los pueblos por donde avanza la mítica “ruta francesa” que va desde Roncesvalles hasta Finisterre. En el año 1965 se generaron en el norte de España una sucesión de enigmáticos homicidos que han quedado sin solucionar. Unos crímenes que lograron estar relacionados de manera directa con los sacrificios que el olvidado “Sendero de la Ocas” demandaba a quien osase transitarlo. En este momento, treinta años después, los hechos se repiten, y deberá ser un joven inspector de policía quien deba perseguir a la cabeza trastornada que tratará de rememorar ese macabro juego. Siete pruebas, 2 contrincantes y un tablero de juego real. El juego empezó…