Carne de ataúd

Eugenio Casasola trabaja como cronista de nota roja en El Ecuánime. Una secuencia de homicidos le pone sobre la pista de El Chalequero, asesino en serie ahora encarcelado por matar putas. Murcia, apasionado de Eugenio, fue una de sus víctimas. Una ocultista, Madame Guillot, lo va a ayudar a estar comunicado con su espíritu y lo va a llevar a comprender los misterios del mucho más allí. Hasta entonces el inspector de policía Rougmanac tiene un plan misterio para terminar con la ola de crímenes que asola la localidad.

En Carne de ataúd conviven los feminicidios, la opresión a la prensa, la corrupción y la crueldad que se vivió en las primeras décadas del siglo veinte en Localidad de México. El creador, Bernardo Esquinca, ha trazado una secuencia de novelas policiacas –la saga Casasola– que tiene por personaje principal a un notero que redacta sobre historias de crueldad y que charla en sueños con los fallecidos.