Cuando todo acabe

Desde pequeña, Nayra es un absoluto desastre. O por lo menos ella se siente de esta manera hasta el momento en que un día un niño hace aparición en su historia para hurtarle mucho más de una sonrisa.
D.J. no tuvo niñez. A los nueve años ha debido vivir cosas que absolutamente nadie debería. Pero sus inconvenientes no previenen que sueñe con un futuro mejor.
Los dos pequeños se conocen un día en una playa dejada de Hocklast. Pese a no poder ser mucho más distintas, se complementan como con ninguna otra persona. Todos y cada uno de los días en esa playa se olvidan de la verdad y gozan de todos y cada uno de los instantes que un niño debería vivir.
Nayra piensa que D.J es esa persona que siempre y en todo momento va a estar a su lado. No obstante, el destino escoge separarlos de la manera mucho más despiadado. Su amigo está muerto.
Quince años después, Nayra no puede olvidar a ese niño que creyó en ella hasta el momento en que alguien hace aparición en su historia haciéndole sentir exactamente las mismas conmuevas que su cuerpo experimentaba en el momento en que se encontraba con D.J.
Pero con un novio posesivo y una amistad tóxica, ¿va a estar lista para dejar ingresar a otra persona en su historia?