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La presente edición se fundamenta, principalmente, en la traducción de P. González Blanco (de 1905, para la vivienda Sempere), editada en México por la editorial Juan Pablos (1976).
Se hicieron, sin embargo, ciertos cambios (se añadieron faltantes, se alteraron los parágrafos a fin de que coincidiesen con el original y se adecuó la redacción al lector argentino mudando, por servirnos de un ejemplo, la segunda persona del plural por la tercera y sustituyendo inversiones del tipo entendíase, sábese por se comprendía, se conoce etcétera.) desde la edición electrónica de la versión inglesa de B. Tucker (1907), y de la
edición electrónica del original alemán (1845). La traducción de las varias referencias bíblicas se uniformó usando la
“Vieja versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602)”. Para finalizar, se añadieron ciertas
notas que se creyó podían ser de algún interés para el lector de Stirner contemporáneo.
En un conjunto de jóvenes, acólitos de Hegel, pertenecientes del círculo “Los Libres” donde imperaba el colectivismo socialista y el antiindividualismo preconizado por el profesor, Stirner lanza, en 1844 esta obra. Y ese fue, quizá, el inconveniente, los libros-mazazos, como toda iniciativa-mazazo que van al cruce de lo estatuido, son al comienzo negados, eminentemente por la intelligenzia, que en la enorme mayoría de las situaciones, por no decir siempre y en todo momento, no es mucho más que el funcionariado del Poder. De ahí que es siempre y en todo momento tan simple para los poderosos silenciar a los cuales se le oponen, la mayoria de las veces un sujeto apartado puesto que los que lo cubren están “masificados por la escuela, los mass-media, las religiones”
¿Qué se puede decir de este libro? Es bien difícil extractarlo en resumen. Ninguna simplificación sirve. Pero podría decirse que revela que lo único cierto, real, es el Sujeto, esto es todos nosotros, algo único y también irreproducible. Todo lo demás es ficcional: Humanidad, Dios, Estado, Pueblo, Patria. Expresiones, solo expresiones, que no tienen interés para mí y, peor aún, la mayoria de las veces son mis contrincantes.
“Dios y la Humanidad no han apoyado su causa en Nada, en nada que no sea ellos mismos. Yo basaré, ya que, mi causa en Mí
Se hicieron, sin embargo, ciertos cambios (se añadieron faltantes, se alteraron los parágrafos a fin de que coincidiesen con el original y se adecuó la redacción al lector argentino mudando, por servirnos de un ejemplo, la segunda persona del plural por la tercera y sustituyendo inversiones del tipo entendíase, sábese por se comprendía, se conoce etcétera.) desde la edición electrónica de la versión inglesa de B. Tucker (1907), y de la
edición electrónica del original alemán (1845). La traducción de las varias referencias bíblicas se uniformó usando la
“Vieja versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602)”. Para finalizar, se añadieron ciertas
notas que se creyó podían ser de algún interés para el lector de Stirner contemporáneo.
En un conjunto de jóvenes, acólitos de Hegel, pertenecientes del círculo “Los Libres” donde imperaba el colectivismo socialista y el antiindividualismo preconizado por el profesor, Stirner lanza, en 1844 esta obra. Y ese fue, quizá, el inconveniente, los libros-mazazos, como toda iniciativa-mazazo que van al cruce de lo estatuido, son al comienzo negados, eminentemente por la intelligenzia, que en la enorme mayoría de las situaciones, por no decir siempre y en todo momento, no es mucho más que el funcionariado del Poder. De ahí que es siempre y en todo momento tan simple para los poderosos silenciar a los cuales se le oponen, la mayoria de las veces un sujeto apartado puesto que los que lo cubren están “masificados por la escuela, los mass-media, las religiones”
¿Qué se puede decir de este libro? Es bien difícil extractarlo en resumen. Ninguna simplificación sirve. Pero podría decirse que revela que lo único cierto, real, es el Sujeto, esto es todos nosotros, algo único y también irreproducible. Todo lo demás es ficcional: Humanidad, Dios, Estado, Pueblo, Patria. Expresiones, solo expresiones, que no tienen interés para mí y, peor aún, la mayoria de las veces son mis contrincantes.
“Dios y la Humanidad no han apoyado su causa en Nada, en nada que no sea ellos mismos. Yo basaré, ya que, mi causa en Mí
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