Amor en directo

Bell termina de conocer que su novio, con quien vivía, es un ladrón y se ha fugado con su dinero.
Años de trabajo perdidos y la sensación de que fué engañada, le hacen sentirse muy imbécil.
De ahí que en el momento en que le sale la posibilidad de ingresar en un reality a apoderarse a un hombre rico, con todo comprado y ganando una suma notable de dinero cada semana, no lo ve nada mal.
No puede ser peor que lo vivido.
O eso aguardaba ella…
En este momento es un producto televisivo y lo malo, es que ella duda de las pretenciones de todos. Hasta del atrayente y hot Devon, un cámara de refuerzo que tiene unos ojos dorados de infarto y un cuerpo con el que en otro sitio, le hubiese dado gusto llevar a cabo maravillas.
¿En quién puede confiar? ¿Hay cabida para el cariño en un espacio donde todo está premeditado para hallar audiencia?
Que comience el directo, el cariño está en el aire…