MUÑEQUITA MIA

—¿Confías en mí, Marcela?
—Sí.
—Entonces deseo que te quites toda la ropa. Yo te voy a mirar mientras que lo haces.
Pestañeé confundida. ¿De qué manera me solicitaba eso? Le había contado el origen de mi trauma y apuntaba de manera directa allí.
—Por qué razón?—pregunté con los ojos llenos de lágrimas.
—Pues deseo que de tu cabeza desaparezca el sentimiento de vergüenza y degradación asociado a tu desnudez. Deseo que toda vez que recuerdes el estar de esta forma de expuesta, supongas en mí. Deseo que te excite mostrármelo todo por tu intención, que pierdas el pudor, la cordura, y los límites. Deseo que lejos de sentirte vulnerable te sientas vigorosa, por el hecho de que con ese cuerpo que tienes puedes lograr que alguno caiga de rodillas a tus pies…

En el momento en que la aeromoza Marcela Urioste escoge aliviar sus diablos internos jugando a la dominatriz, no imaginaba que el extralimitarse le iba a valer tan costoso. No obstante, el penoso hecho acaba resultando provechoso ya que la transporta directo a los brazos de un atrayente ex- futbolista que le cambia la vida.
Con 40 y un par de años encima, un pasado turbio y una economía sin solucionar, Rafael Duarte se resiste a enamorarse pues sabe que eso lo distanciaría de su propósito primordial: el recobrar a sus hijos y su dignidad. Pero Marcela va a hacer lo irrealizable para conquistarlo, ya que él es la evidencia de que hay algo más esencial que el dinero, o del amor que se paga con dinero, o del mal que trae consigo a veces.
Claro que no tenía conocer una trascendente verdad, que la forzará a tomar una resolución con la capacidad de destruirlo todo.

“MUÑEQUITA MÍA” una historia que conjuga drama y erotismo, donde la autora pone en juego algo mucho más que la imaginación y la pluma.