Y todos callaron

Vitoria-Gasteiz, febrero de 2008. El testamento de Amelia Zabaleta destapa una desconcertante y también inopinada revelación, un misterio celosamente guardado, y cuyo origen se remonta al pasado de la fallecida y también supone a sus familiares mucho más próximos.

Jon Martínez de Albeniz, un detective de poca monta, va a ser el responsable de realizar aparente el secreto. Pero ¿qué causas probablemente halla para esconder algo tan trascendental para una familia, en pleno siglo XXI? ¿Qué transporta a personas normales a hilar una tupida lona de araña con el silencio como razonamiento? Al fin y al cabo, ¿qué pasó en esos niveles setenta años atrás?

Toti Martínez de Lezea se adentra en las interioridades de su localidad volviendo a crear individuos que le resultan populares y dibujándonos una sociedad donde imperaba un incómodo silencio.