El libro rojo de las marcas: Cómo construir marcas de éxito

Una guía de Luis Bassat, creador de El libro colorado de la propaganda, para entender de qué forma un producto -asimismo un nombre- puede transformarse en marca identificable y resonante.

Popular y exitoso publicista, en esta obra el creador da una perfeccionada guía para diseñadores, hombres de negocios y políticos. Y para todos esos apasionados en entender de qué manera un producto -asimismo un nombre- puede transformarse en marca identificable y resonante.

* Si verdaderamente deseamos comprender qué es una marca, debemos iniciar por cuestionarnos qué concepto tiene el producto en la vida del cliente.

* Los artículos se hacen en las factorías pero las fabricantes se crean y viven en la cabeza.

* Las fabricantes son como catedrales, se edifican durante los años, por personas diferentes, de distintas edades, pero con un propósito común.

* Las fabricantes viven en tres sitios muy diferentes: en el mercado, en el cerebro y en el corazón humano.

* La estrategia es como el juego del golf, desde un punto de inicio tenemos que llegar a un fin.

* Vender es humano, fidelizar es divino.

* Dime qué marca escoges y te afirmaré quién eres.

* Intentamos a las fabricantes tal y como si fuesen personas.

* Las fabricantes terminan pareciéndose a los directivos que toman las resoluciones que terminan afectando a esas fabricantes.

* Si le digo «almohada», «silla» o «tenedor», por refererir modelos que usamos todos los días, ¿cuántas fabricantes de cada categoría de producto le vienen a la cabeza?

* Si a los creadores de Harley Davidson les hubiesen dicho que, algún día, los usuarios de su marca la llevarían tatuada y efectuarían asambleas masivas para venerarla, no sé qué cara habrían puesto.

* El envase es nuestra última ocasión a fin de que el cliente escoja nuestro producto y no otro.

* La promoción de ciudades y países prosigue exactamente los mismos principios y reglas que las fabricantes, con una pequeña excepción, que las resoluciones que tomemos y acciones que llevemos a cabo, si alcanzan el éxito, no van a hacer contentos a un conjunto de inversionistas, sino más bien a millones de ciudadanos.