Reinos de ambición (Novela Histórica)

Adventus Domini, año 1067. Un espeso mantón blanco cubre la localidad de León. La reina Sancha, de cuerpo presente, espera en el presbiterio de la iglesia de San Juan y San Pelayo, con un frío helador, para ser llevada en hombros a San Juan Bautista, donde, en presencia de sus tres hijos hombres, será sepultada en el Panteón.

Pocos días después, un asesino normando de los varios que, en el contingente del Papado, habían atravesado los Pirineos con el ejército cruzado que conquistó Barbastro a los moriscos en 1064, se dirige a lomos de su caballo hacia León, con toda la intención de transformarse en instrumento de los poderosos y de sus designios de dominación.