No pienses en un elefante: Lenguaje y debate político (ATALAYA)

Las expresiones no son inocentes. Es posible que aún menos de lo que pensábamos. La palabra "elefante" provoca que evoquemos de forma automática a un animal de trompa maleable y orejas enormes. Aun en el momento en que le solicitamos a alguien que no piense en uno, lo nos encontramos evocando. No solo eso: nos encontramos dando carta de validez a esa palabra para referirnos a ese animal específicamente.

Lo mismo sucede en el lenguaje político. Los republicanos estadounidenses, desde Reagan y hasta Trump, consiguieron encender, en una sección importante de la población, los marcos mentales que mucho más les resultan convenientes, entre ellos el del Estado como "padre riguroso" que define reglas de conducta, que castiga y forma con solidez en el momento en que la situación lo necesita. Movilizan de esta forma entre sus votantes representaciones como la del sujeto expoliado por el Estado (para justificar la rebaja de los impuestos) y mitos como el del carácter sacrosanto del matrimonio (para ponerse en contra al matrimonio homosexual).

¿Puede esa estrategia marchar en sentido opuesto? ¿Podrían usarse los marcos mentales para encender otros valores, principios y directivas políticas? ¿Realizar, por poner un ejemplo, que la apuesta por la paz y el diálogo tenga mucho más peso que el temor al terrorismo? A estas cuestiones trata de contestar George Lakoff en este amenísimo ensayo transformado ahora por derecho propio en un tradicional contemporáneo.