Quizás vivir sea esto

Catorce ochomiles: La experiencia humana sobre el logro deportivo.

En el momento en que tenía catorce años Jorge Egocheaga se escapó de casa para subir el Naranjo de Bulnes en la mitad de una tormenta, solo por satisfacción personal. Años después, su sentido de la superación lo llevó a lanzarse a la conquista de las catorce cumbres mucho más altas del mundo.

Quizás vivir sea o sea un libro de pasiones y sueños, de valiosas enseñanzas, donde Jorge desviste su alma en un relato íntimo que deja sentir el frío, el cansancio, las alegrías, el mal y la soledad. Y asimismo es el desgarrador relato de la desaparición de su mujer, Joëlle, y su mejor amigo, el popular alpinista Iñaki Ochoa de Olza, en el momento en que perseguían el sueño compartido de escalar los catorce ochomiles. Conque, en el momento en que Jorge hace cima en la última de las catorce cumbres, le embarga la emoción de ofrecérselo a quienes verdaderamente lo amaban y por el momento no están a su lado.

«Haceya tiempo que no busco la alegría. Aun llego a meditar que está sobrestimada. Solo pretendo vivir con intensidad, admitiendo lo bueno y malo que por este motivo me toca, 2 caras de una misma moneda. Quizás, como en otras oportunidades, por lo menos uno se lo espera, se muestre una pequeña esquina blanca entre tanta obscuridad y escepticismo. Quizás uno de esos pequeños espacios ocultos que de repente se detallan creando un mínimo haz de luz que alumbra y crea prodigiosamente un etéreo momento de fe. Me niego a perder la promesa pese a mi obscura consistencia y ofuscación. Pero es que antes ahora, en el momento en que todo se encontraba perdido, ese pequeño mágico rayo de ilusión brotó como una pequeña flor, como aquel estruendos de torrente, como el fragancia de un frutal en otoño, como la sonrisa de una muchacha anónima a la que he visto un segundo y jamás mucho más volveré a localizar, como la sonrisa cómplice de aquel niño frente a un sincero guiño, como el frescor de la mañana en su amanecer, como el gusto del helado de chocolate tras una calurosa día de escalada, como el cantar del pájaro madrugador en la ventana, como la lectura de un libro sorpresa#

Quizás vivir sea eso, sea esto.»

Opiniones:
«El libro está empapado de una melancolía y un persistente diálogo interior que desembocan en la trágica expedición final. Y, no obstante, todos y cada uno de los contenidos escritos, incluyendo el último, son un canto a la vida.»
Pedro Zuazua, El País

«Desde la sombra, Jorge ha inspirado a enormes escaladores: sus ascensos, su estilo pero sobretodo su forma de ser y de argumentar estas aventuras hacen que este libro sea indispensable para los fanáticos de la montaña.»
Kilian Jornet